El pasado jueves 25 de abril se celebró la I Edición del Festival del Cuento, una novedosa actividad con la que la comunidad educativa pudo disfrutar de la creatividad y magia de los libros.
Esta iniciativa, organizada por la AMPA en coordinación con el eje de Comunicación Lingüística, Bibliotecas y Radios Escolares del CEIP Rambla de Santa Cruz, consistió en un recital organizado por temáticas, dispuestas a modo de reinos.
Con el pasaporte de los reinos en mano, los participantes emprendieron un recorrido para disfrutar de lecturas y representaciones realacionadas con el manga, la diversidad, la fantasía, la igualdad y la imaginación. Asimismo, los asistentes tuvieron la oportunidad de adquirir ejemplares de diferentes temáticas en el Reino de los Libros, cuya recaudación se empleará para ampliar el fondo de la recién inaugurada biblioteca de préstamo.
Como actividad colectiva, entre todos los asistentes se compuso un cuento comunitario cuyo resultado fue el siguiente:
"Érase una vez un colegio en Santa Cruz, que se lama CEIP Rambla de Santa Cruz, donde hay muchos niños y niñas fantásticos y bonitos, y mágicos que les gustan las historias misteriosas. Un día el director los reunió para resolver un misterio y les dijo que había un colegio en las nubes. Entonces, decidieron construir una nave espacial para averiguar.
El vuelo de la nave lo dirigían con los pensamientos: con los pensamientos felices avanzaban y si eran tristes retrocedían. Así que como estaban aburridos decidieron hacer una fiesta, pero cuando mejor se lo estaban pasando apareció Rigoberto, un profesor muy antipático que daba un poco de yuyu y la nave se paró en seco. Entonces los niños decidieron que para que no les diese miedo le pondrían un sombrero de colores y un bigote simpático. ¿Cómo hacemos para ponérselo? Unos niños cantaban y otros se lo pusieron mientras estaba distraído, y luego siguieron adelante en busca de la verdad. Un rato despúes llegaron a su destino pero cuando decidierion entrar no podían porque acechaba un ogro. ¡AAAAAaaaaaaah! -gritaron los niños-. Entonces, el ogro empezó a perseguirlos y los niños corrieron espabilados. Cuanto más gritaban los niños, más se asustaba y se hacía pequeño. Los niños decidieron gritar todos a la vez y el grito fue tan fuerte que desapareció. Entonces, los niños comenzaron a celebrar e hiceron una gran fiesta.
El profesor Rigoberto se enfadó y gritó, entonces los niños y las niñas descubrieron que si le hacían cosquillas al profesor Rigoberto, conseguirían el combustible necesario para hacer volar de nuevo la nave espacial, pero antes de regresar decidideron que había que explorar ese lugar, así que se pusieron los sombrereos de exploradores. Con su gorro de exploradores descubrieron un campo verde lleno de bolas saltarinas. Los niños comenzaron a saltar y correr como locos. El profesor Rigoberto se enfadó mucho y los castigó a todos sentándolos en una esquina. Los niños empezaron a bostezar del aburrimiento. De repente, los niños descubrieron un camino amarillo que les llevó a una casa encantada llena de muebles viejos. Para matar el aburrimiento una niña, llamada Eva, mientras abría todos los cajones que encontró, descubrió una gran bolsa de golosinas espaciales: la fiesta está asegurada. Todos los niños comieron, Eva más que ninguno. Los niños se dieron cuenta que las chuches eran mágicas y al darle una a Rigoberto, se volvió un profesor simpático y genial y todos los niños y niñas estaban contentos por tener un final feliz.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. FIN"
Esperamos que podamos repetir esta grata experiencia en siguientes ediciones del Festival del cuento. Gracias a todas las personas que lo han hecho posible: equipo docente, familias, colaboradores externos y al equipo de la AMPA.